Para hablar de simbiosis, primero tenemos que saber qué es la simbiosis.
La simbiosis es una relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies.
Hay distintos tipos de simbiosis, dependiendo de la relación espacial, pueden ser ectosimbiosis (vive sobre el cuerpo del anfitrión) o endosimbiosis (vive en el interior de las células o en el espacio entre estas). También se pueden dividir entre permanentes o temporales, o según la transmisión de la simbiosis, en transmisión vertical (transferencia de madre a hijo) u horizontal (simbionte es adquirido del medio ambiente en cada generación). Según los coestes y beneficios que obtienen cada uno, pueden clasificarse en mutualismo (ambas especies se benefician), comensalismo (beneficiosa para una de las partes, y la otra es indiferente) y parasitismo (es positiva para una, aunque perjudicial para la otra).
Este último, el parasitismo, se podría prolongar hasta una integración muy elevada, en los que de alcanzar una relación mutualista se podría estar produciendo transferencia de material genético.
Endosimbiosis: termitas y bacterias que viven en su organismo para digerir la madera |
Ectosimbiosis: cangrejo ermitaño y anémona |
Mutualismo: rinoceronte y pájaro |
Comensalismo: tiburón y pez |
Parasitismo: hormigas en capullos de adelfa |
Pero, ¿Cómo comienzan las relaciones simbióticas?
Ivan Wallis lo denominó prototaxis, recurrió a que era una tendencia innata, como la tendencia del ratón a huir del gato, o el tiburón a tragarse al pez Así que explicó que la tendencia a acercarse o alejarse, explicaba el inicio de las relaciones simbióticas.
Una vez establecida la relación, puede alcanzar diferentes grados:
El grado de menor integración, en el que viven uno junto al otro, y ambos se benefician de la presencia del otro.
Anémonas y peces payaso |
Otro grado, el siguiente de menor a mayor integración, sería el metabólico. El residuo de uno de los miembros, se convierte en alimento para el otro.
Liquen |
El siguiente es aquel en el que las proteínas de uno de los miembros, son imprescindibles para el otro.
Guisantes y rizobios |
El máximo grado de integración, y el más radical, es aquel en el que estas uniones desembocan en la transferencia de material genético, y la fusión de los simbiontes en un nuevo individuo, esto es conocido como simbiogénesis.
Célula eucariota |
Patricia Torralbo
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